domingo, 27 de abril de 2014

La carente identidad de la ciudad contemporánea

 Por: Emmanuel Mercado Brito


Huaxi- China
La explosión demográfica que masificó durante  todo lo largo del siglo pasado la población urbana mundial, trajo consigo un nuevo territorio urbano como consecuencia. Las circunstancias dadas en la vorágine de las metropolis propiciaron un crecimiento exponencial de las concentraciones urbanas, así también como fenómenos novedosos que transformaron de manera radical la urbe y las relaciones entres sus habitantes.


La explosión demográfica desarrollada en el siglo XX tuvo su clímax hacia el final del mismo siglo. A principios de los 90s el mundo completo vivió un periodo de bonanza económica, que hizo posible un aceleradísimo desarrollo inmobiliario. Lo aceleradísimo trae consigo lamentablemente un estigma negativo de planificación. Además, la fe exagerada en el conocimiento humano y la ciencia muy por encima de la cultura y los paradigmas de lo que se conocía como lo local, re- codificaron al urbanismo en la herramienta por excelencia de de una ideología orientada al progreso.  Se construyeron ciudades completas y las que ya existían fueron retocadas y expandidas, hasta en muchos casos, crear conurbaciones de extraordinarias dimensiones. Dimensiones de espanto. Las grandes urbes empezaron a ser llamadas ¨contemporáneas¨, y con esta denominación fueron despojadas de su identidad. Identidad de valiosísimo valor histórico y hasta poético. Y es que cuando se habla de lo urbano, es muy fácil encontrar la poesía intrínseca del devenir fantástico de los ciudadanos a medida que se apropian de la ciudad.  

Rem Koolhaas, quien es uno de los arquitectos con más influencia en el campo teórico de la arquitectura y además premio Pritzker, deslizó su atención inquisidora y cínica sobre la superficie de la metrópolis contemporánea en su manifiesto titulado La Ciudad Genérica a mediados de los 90s. Koolhaas conoce la ciudad, la cuestiona y la interpreta, y es por eso que encontramos tantas ideas que llevan a una reflexión y análisis inmediato. En su manifiesto Koolhaas le hace un examen casi de rayos X a las metrópolis contemporáneas y las encuentra ¨superficiales- como un estudio de Hollywood, puede producir una nueva identidad cada lunes por la mañana¨. ¨Que queda después que se ha despojado de la identidad? ¿Lo genérico?

La ciudad genérica es un producto de exportación, llenos de artefactos espaciales, de esos que no son autóctonos, de esos que no tienen una relación estrecha con lo que había con anterioridad, de esos que parecieran encajar en todas partes y sin embargo no pertenecer a ninguna parte, de esos que muy bien pudieran ser contradicciones, de esos que no nos acaban de convencer, y aun así se ven grandilocuentes, como de revistas. Estos artefactos son productos mediáticos, confeccionados por capricho. El arquitecto es relevado por las marcas y las supuestas ¨imágenes y filosofías¨ que los medios, marcas y egos dictan. La contemporaneidad se abalanza contra la historia y memoria colectiva y vence, lastimosamente, en cada ocasión. Como resultado lo genérico, queda expuesto, mientras que la sustancia queda abajo, sumergido en layers de concreto, acero y cristal.
   
A falta de la identidad urbana, surge la homogenización, lo genérico. Lo característico es relevado y relegado a lo contemporáneo. La cualidad de lo genérico existe en la ausencia de la identidad, de lo historicista, de lo característico. ¨The city is no longer. ¨We can leave the theater now¨, es la conclusión que Koolhaas da a veinticinco páginas cargadas de una extraordinaria reflexión muy bien acertada. La ciudad no existe, la ciudad se ha hecho indiferente, insustancial, sosa y sin sabor. La ciudad da igual.




martes, 11 de febrero de 2014

La planificación como ejercicio de producción de ciudad

Por Emmanuel Mercado Brito



Las personas  se unieron por primera vez para crear ciudades hace aproximadamente unos seis mil años y desde entonces los asentamientos tanto planeados como los de producción improvisada o informal han jugado un papel importantísimo en el devenir de las sociedades humanas. La evolución y mutación de estos experimentos de ciudad han sido desarrolladas de maneras muy diversas y particulares. Observar las ciudades del mundo es como ver la paleta de colores, la variedad parece ser infinita. Las maneras de las distintas culturas de entender y por ende de proyectar el espacio varía. Los aspectos geográficos, socio-económicos y políticos de cada región pueden llegar a ser tan particulares y característicos que hacen una ciudad completamente diferente a otra. Y he aquí lo bello de la arquitectura como ciudad, el diseño urbano.
   
Las ciudades son organismos vivos, respiran como todo ser vivo, tienen un plazo de vida que expira si la acción de planificación de la misma se queda estancada y no evoluciona siguiendo los requerimientos cambiantes de las personas que componen la ciudad. La planificación nunca  termina.
   
París-Francia
La buena planificación -si se le pudiera llegar a llamar así- busca darle respuesta a las condicionantes que van ejerciendo fricción en la ciudad, pero también ve más allá de los tiempos y fricciones en el presente, hace la labor de pitonisa y prevé las necesidades futuras en el mejor de los casos. Tomemos por ejemplo la París de Haussmann. Se proyectó dándole respuestas a más de un elemento de fricción en su momento, pero también buscó darle respuesta a futuras fricciones. Francia era un país en el que emanaban revolución y conflictos, y su ciudad capital se prestaba muy bien para eso. ¡Ooh lala, París la ciudad de los callejones y vías estrechas! (sarcasmo). Callejones que no solo permitían, sino que propiciaban la manufactura a velocidad warp de trincheras y amotinamientos, que tanto dolor de cabeza le causaba al ejército francés. Superponiéndose a los callejones parisinos el plan Haussmann trajo consigo el trazado de grandes bulevares y amplísimas vías. Bien lo revela Tom Hooper en su película-musical Les Miserables, adaptación al cine de la obra literaria del mismo nombre de Víctor Hugo. En el último acto de la película Hooper muestra como los desheredados se enfrentan al ejército francés en un callejón y  como estos angry men se hicieron de beneficio de las bondades para su causa de estas calles estrechas de la antigua París. El Barón Haussmann llevo a la mesa de planificación exactamente lo que la ciudad olvidada en el medioevo venia aspirando y solicitando a gritos.
   
Pero París cambió, con el tiempo evolucionó. El plan Haussmann ya no satisface las necesidades de una metrópolis de más de 12 millones de habitantes. ¿Qué queda entonces por hacer? ¿Aferrarse de manera fútil a la que fue una bella y cómoda Paris bautizada como la París de Haussmann de mediados del siglo XIX? Por supuesto que no. Aún queda planeamiento urbano por hacer. Es bien cierto que en su época París fue renovada y llevada a convertirse en la ciudad más moderna del momento, pero las necesidades y requerimientos de los tiempos además de la población con un crecimiento exponencial pone en evidencia la necesidad de una revalorización y reajustes. Y es como dije antes, la planificación nunca termina.
   
Existen características intrínsecas de una ciudad. Estas características pueden verse a leguas, desde el aire surcando los cielos en un dirigible, even. Estas características, que pueden llegar a ser bondades como también inclemencias, siempre serán parte de la identidad de una ciudad en particular. Esta identidad, que puede ser parte de sus bondades, se convierte en inclemencias cuando se resiste a la expansión, la renovación, la puesta en acción de agentes de cambio. Y esto se da a que la identidad tiende a centralizar, persevera en una esencia. La identidad puede ser testaruda, se auto compadece en el centro. Desde esta perspectiva, el reciente y tardío descubrimiento de la periferia como una zona de valor potencial es subvalorado. Y es así como el centro le gana la atención mediática a la periferia. La tendencia del hombre hacia el centro es casi patológica. En las ciudades convergen estos deseos centralistas de los hombres.
  
Central Park-New York
La densidad urbana pone en evidencia la naturaleza concéntrica de los hombres. Además que estos deseos se le suman factores socio-económicos y de servicios que solo se pueden ver satisfechos en las grandes ciudades, aunque estas grandes ciudades con el tiempo se empiezan a quedar cortas como desmitificadas panaceas a las necesidades de los ciudadanos. No es solo que el centro se ha quedado demasiado pequeño para realizar sus actividades y obligaciones, sino que el centro se ha convertido en un espejismo gastado que en su futuro no tan lejano solo le espera la implosión. Y aun así, su comparecencia ilusoria le niega al resto de la ciudad (periferia) su legitimidad. Manhattan denigra como ¨gente de Brooklyn o Jersey¨ a las personas que necesitan asistencia infraestructural de puentes y túneles para entrar a la ciudad. Esta obsesión con el centro nos convierte a todos en exiliados, ciudadanos de segunda categoría. Esta misma naturaleza concéntrica convierte a los centros en downtowns, elevando tantos los precios por metros cuadrados como las edificaciones hacia la verticalidad. Creando zonas urbanas imposibles de costear mientras se yerguen rascacielos grandilocuentes en altura con lindero cero. Los rascacielos parecen ser la tipología grata, acepta y definitiva.
   
Asentamiento de infravivienda en Nueva Delhi-India
 Algo diferente sucede en la otra cara de la ciudad, en esa que llamamos informal. En la actualidad el 33% de la población mundial vive en barriadas o slums. Estas comunidades informales no cuentan con los servicios y comodidades básicas como alcantarillados, agua y saneamiento. Para esta informalidad no se tienen parámetros de los que se puedan derivar instrumentos para poder actuar con sus variables particulares. Estas fueron desarrolladas sin planeación previa alguna. Solo existe la improvisación y la espontaneidad. Lo informal es un fenómeno tanto complicado como complejo. En la informalidad convergen múltiples aspectos y es por ello que su abordaje requiere tomar en cuenta aspectos sociales, económicos, culturales y políticos. La interacción social en la ciudad informal se manifiesta con una enorme energía, lo que hace de la interacción social el aspecto vital dentro de la informalidad. Esto pese al aparente desorden visual y funcional causadas por sucesivas crisis económicas y alto índice de corrupción gubernamental que falla en elaborar políticas proactivas para dirigir correctamente los  esfuerzos de desarrollo y formalización de estas áreas informales.  
  
Arrojemos unos datos estadísticos y veamos qué pasa. Para la década de los 50s el 10% de la población del mundo vivía en las ciudades. Ya para el año 2010 el 50% de la población mundial vivía en las ciudades del mundo. Si se continúa a este paso exponencial es fácil determinar que para el año 2050 el 75% de las personas del mundo estarán concentradas en las ciudades. ¿Están las ciudades preparadas para recibir semejante incremento desmedido poblacional? Definitivamente el panorama no pinta color de rosa. Sin mencionar los recursos y servicios que este crecimiento acelerado demanda. Mumbai, por ejemplo, tiene aproximadamente el mismo número de habitantes que Londres. Si comparamos la superficie territorial de estas dos ciudades encontramos que Mumbai cabe un poco más de dos veces en el suelo que ocupa la ciudad británica.
  

Tokio-Japon
En la actualidad los grandes centros han crecido hasta el punto que se han tragado la periferia, han aspirado y absorbido a las ciudades y pueblos colindantes. Se han convertido en megalópolis que se extienden por kilómetros. Monstros titánicos como las conurbaciones de Boston y Washington, Tokio y Yokohama nos llevan a cuestionarnos ¿Existe algún límite para semejante crecimiento? Evidentemente estamos hablando de una densidad poblacional desmedida. Y es aquí donde la cualidad de pitonisa de la planificación urbana viene al rescate, o al menos esperamos de dedos cruzados que así lo haga en efecto. La planificación urbana tiene como objetivo determinar y prever los requerimientos y demandas futuras de la ciudad. Como decíamos antes, no solo resuelve los elementos de fricción del ahora, sino, elementos de fricción futuros.

En la década de los 60s Jane jacobs, alguien sin formación académica como planeadora urbana, pero con gran juicio y lucidez de la ciudad, comprendió muchas de las cosas que hacen una ciudad armoniosa y criticó muchas otras que la llevan a detrimento. Convirtiéndose en antítesis del mismísimo Robert Moses, entendió y llevo al spotlight el aspecto cívico de la ciudad. Mientras Moses apostaba a la intervención urbana vista desde arriba, Jacobs se ponía en el lugar de la gente común. La misma gente común que convierte a la ciudad en un aparato complejísimo con vida. La ciudad de los recuerdos y experiencias gratas. La ciudad que no termina por revelar todas sus bondades y ofrecimientos en un solo paseo. La misma ciudad que convierte la actividad de vivir y transitar por sus aceras y espacios públicos en  toda una experiencia. Experiencia que rechaza a toda costa la pérdida del corazón de la ciudad, que a la vez, rechaza la pérdida al amor cívico. Y es que las ciudades no tienen significado sin las personas. Bien decía el arquitecto catalán Oriol Bohigas, ´la ciudad es el espacio público¨. Y  es que la ciudad no ¨ES¨, la ciudad se hace, la hacemos todos al instante que nos ponemos en contacto con ella y se va configurando y creándose a nuestros ojos mientras paseamos por ella. Es en esencia un gran espacio público que solo puede existir como el resultado de transcursos que no cesan de agitarlo, y que haciéndolo se crea la apropiación de la ciudad y es solo entonces cuando la ciudad existe.










domingo, 12 de enero de 2014

Silver Linings Playbook/Review

Por: Emmanuel Mercado Brito

Silver Linings Playbook for iPad Wallpaper
Cortesía de IpadWallpaper 
Silver Linings Playbook es una historia visualmente fresca que combina el drama y la comedia con excelentes resultados. Este dramedy está cargado de altos y bajos, risas y lágrimas.


Silver Linings Playbook brinda una cara y una voz. El proceso de desestigmatizar algún tema es un proceso de educar a las personas, sacarlas de un estado de ignorancia y hacerlos consientes de lo que realmente se trata. Silver Linings Playbook sirve como un vehículo mediático para discutir el tema de la salud mental. Aborda este delicado tema hermosamente, captando la simpatía y solidaridad inmediata de quien ve la película, lo que construye un puente de entendimiento y conexión  humana, lo que hace a su vez que la película posea un valor añadido de inmensurable beneficio social, puesto que es esa misma conexión humana la que permite que personas que han sufrido de algún tipo de condición mental puedan lograr la recuperación e integración social a sus vidas que tanto necesitan y desean. La película no solo identifica lo que pasa con la enfermedad, sino también que pasa cuando el individuo afectado se reconecta con las personas a su alrededor y seres queridos. Y cuando esta reconexión con familiares y amigos es lograda, lo que es posible es una nueva vida.

David O. Russell encuentra en Silver Linings Playbook del autor Matthew Quick una historia extraordinaria y real, y logra contarla maravillosamente. Russell demuestra una absoluta maestría a medida que va contando la historia con un ritmo extraordinario


Bradley Cooper está lejos del Bradley que conocimos en Hang Over. Se encuentra lejos de ese punto de partida, pero afortunadamente, en la dirección correcta. Bradley Cooper logra navegar hacia costas que van desde lugares donde puede ser un personaje extremadamente volátil hasta llegar a ser bondadoso y sensible. Y es esta dualidad que hace a Pat Solitano (Bradley Cooper) un personaje difícil de interpretar y fascinante. Sin dudas Cooper llena los zapatos y brinda la actuación de su carrera hasta la fecha. Por su parte Jennifer Lawrence interpreta maravillosamente el personaje de Tiffany. La química entre los dos personajes principales es inmediata, (Pat verdaderamente disfruta del desayuno en Tiffany´s). Ambos ven en el otro un alma bondadosa que ha sido rechazada bajo los estándares de la normalidad que la sociedad impone sobre ellos. Estos personajes  no poseen filtros, simplemente dicen lo que piensan, y a veces el resultado puede ser espantoso e incomodo pero otras veces llega a ser algo verdaderamente hermoso, ciertamente entretenido en ambos casos.

Robert De Niro y jackie Weaver merecen especial atención por sus brillantes interpretaciones secundarias. De Niro toma un descanso de sus recientes roles que no exigían mucho de su repertorio que tanto conocemos. La interacción de todo el casting es real y parece un caso de una selección de casting casi perfecta.

Silver Linnings Playbook es una historia de amor que se aparta de la receta habitual, es una película que te brinda una verdadera historia que masticar mientras se aleja de la típica formula hollywoodense. En partes llenas de risas y en otras partes profundamente conmovedora. Silver Linnigs excede en cubrir todo lo básico que se requiere para generar una realmente buena película. Cuenta con numerosos elementos que logran atraparte y sorprenderte a un ritmo inmejorable.


9.6/10



sábado, 16 de noviembre de 2013

Gravtiy/Review

Por: Emmanuel Mercado Brito

Como mantener el espacio lo suficientemente interesante sin algún alienígena a la vista o alguna concepción filosófica más grande que la vida misma? Esta difícil tarea es abordada brillantemente por el director mejicano nominado al Oscar Alfonso Cuaron.

Puedes empezar a creer lo que aparentemente todos andan diciendo, ´Gravity¨ es tan espectacular como dicen. Sin esto ser una hipérbole, puedo decir que Gravity es la mejor película que he visto en todo el año hasta ahora.

Lo brillante de todo el asunto es que aun después de dos días de ver la película no entiendo como Cuaron la filmo. Tengo varias teorías, quiero decir, más que varias, pero es eso mismo que hace que todo sea tan excitante. La vi de cabo a rabo preguntándome  constantemente como hizo esto o como hizo aquello.

Gravity hace todo bien en maneras que van desde lo grande hasta lo pequeño. Es hermoso y sin embargo horrorizante. Es acerca de cómo el espacio puede ser vasto e inmisericordioso, pero es también acerca de verdades humanas; amor y perdida, perseverancia y redención.

Es casi seguro que te encontraras a ti mismo reaccionando visceralmente de alguna manera o tal vez de muchas maneras. Me sorprendió encontrarme a mí mismo al borde de la fascinación por lo asombroso de las imágenes, luego por lo íntimo, casi de manera de ensueño en que los personajes se van revelando asimismo. ¨Gravity¨ es en su núcleo una increíble e intensa experiencia, 90 minutos de momentos que te dejaran con la boca abierta, puños apretados y piernas cruzadas.

En este ¨space thriller¨ de Alfonso Cuaron, el score musical de Steven Price va en crescendo hasta tomar tu cerebro por asalto en volumen, solamente para caer súbitamente en silencio. El silencio se registra en nuestras emociones con grandioso peligro. En esta película, el silencio no es solo el sonido real del espacio, es la quietud de  la muerte.¨Gravity¨ no es una película llena de ideas como la mítica ¨2001¨ de Stanley Kubrick, sino una experiencia física abrumadora, un reto a los sentidos que atrae cualquier tipo de profundo temor. Es una historia de aventura donde cada movimiento torpe de masa y cuerpos en la pantalla causa un rápido movimiento involuntario en el espectador.

Cuaron logra sacar de la manga una película extraordinaria desde el punto de vista técnico, sin lugar a ninguna duda, pero también se presenta como una maravilla en actuación controlada y se logra así el tono preciso en las actuaciones, maravillosamente logradas, con una mención especial a Sandra Bullock, quien logra tanto en esta película con tan solo la respiración, sutiles expresiones faciales y modulación de la voz.

Alfonso Cuaron logra con ¨Gravity¨ su obra maestra, un fortísimo contendor como mejor dirección y película del año.

9.8/10

lunes, 25 de junio de 2012

Construir, habitar, pensar – Martin Heidegger

Por Emmanuel Mercado Brito

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El pensamiento  detrás de Construir, habitar, pensar es producido como consecuencia de una reflexión de predominante relevancia por parte de Martin Heidegger, quien fuera uno de los pensadores alemanes más influyentes del siglo pasado. Reflexión concebida en un momento de la historia critica. El escenario histórico circunstancial que sirve de trasfondo en la generación del porqué de esta reflexión es el periodo de post-guerra. 

Después de la Segunda Guerra Mundial Alemania pasaba por una aguda carencia de viviendas ya que innumerables construcciones habían sido devastadas producto de los bombardeos durante la guerra. Dada la inherente demanda de viviendas se proyectaron horribles construcciones masivas que servirían para satisfacer dicha demanda. 

El escrito de Heidegger es una reflexión que busca la crítica y en buena medida un paro a ese tipo de soluciones habitacionales. Heidegger como un entendido del lenguaje le imprime al mismo un protagonismo e importancia inmensurable mientras que analiza el significado de esas tres palabras que sirven como título “Construir, habitar, pensar”. Aplica la lógica y el análisis concienzudo en busca de un argumento irrevocable que a primera intención anuda el construir con el habitar. Estos dos términos que conjugan dos actividades distintas al mismo tiempo tienen relaciones esenciales, ya que construir, es en sí mismo, habitar.

 El hombre ha olvidado si es que alguna vez se encontraba al tanto de que conlleva el habitar, y solo si sabemos esto sabremos como habitar y solo si somos capaces de habitar podremos construir con el criterio adecuado. Al mismo tiempo si construir y habitar ganan cabida en lo que es digno de ser preguntado entonces serian dignos de ser pensados. Y es ahí donde radica la importancia. Importancia que alberga con marcado optimismo un replanteo de la soluciones habitacionales que carecen de algo tan intrínseco en el ser humano como es la dignidad. Entendiendo que la carencia de vivienda no radica en la carencia misma sino que reside en el hecho fundamental de que el hombre tiene que volverse atrás para entender y aprender  primero en toda su justa dimensión a habitar.

martes, 29 de noviembre de 2011

Adolf Loos: Ornamento y delito (1908)

Por: Emmanuel Mercado Brito


Adolf Loos
Ante una vorágine de ideas y teorías arquitectónicas previas a 1910 que se originan en Europa,  uno de los axiomas mas tratados es el  tema concerniente al ornamento. Los teóricos de la materia se habían abalanzado hacia el tema de manera acérrima. Mientras que Geoffrey Scott, consideraba que el ornamento pierde la   importancia si el control básico de la forma es suficientemente seguro, T.G. Jackson, a su vez, mencionaba que el hombre incapaz de proyectar escapaba al ornamento. 

En todo este revuelo teórico circunscrito ante todo al ornamento, una persona daría las pautas de lo que la arquitectura moderna produciría en los años posteriores, Adolf Loos.

En medio de este periodo de suma relevancia en la teoría arquitectónica, en 1908, se lleva a cabo el VIII Congreso Internacional de Arquitectura y la I Exposición de Arte. Es en esta orquestada y conveniente ocasión cuando Adolf Loos realiza su conferencia: ¨Ornamento y delito¨, la cual crea en consecuencia escándalo y revuelo en el ámbito teórico arquitectónico.

¨Ornamento y delito¨ obtiene notoriedad inmediata en los debates de arquitectura de su tiempo, creando seguidores y grandes críticos de sus planteamientos. Adolf Loos cataliza una ruptura solemne contra el ornamento, lo que  aclarece y resolvia el problema planteado por teóricos y arquitectos desde principios del siglo XIX, y lo hacía de manera drástica y precisa sin dejar lugar a la ambigüedad.

 Un poco más de un siglo después de ¨Ornamento y   delito¨ y la deshumanización construida por el modernismo se podría muy bien cuestionar la falta de referencias históricas en la arquitectura, impulsada por la máxima modernista ¨comenzar de nuevo desde cero¨. Necesitamos referencias y alusiones ya que la ausencia total de esta y del ornamento creó signos sin significado, arquitectura de ambigua y cuestionable originalidad.

La afirmación de que el ornamento ha muerto seria   limitarse a hacer un análisis superficial del escenario actual de la arquitectura. Contrario a esa afirmación, el concepto ornamento continua vigente, aunque no es menos cierto que ha sido reinterpretado contemporáneamente de acuerdo a nuevos valores.


miércoles, 16 de noviembre de 2011

APOSTILLAS A EL NOMBRE DE LA ROSA / UMBERTO ECO

Por: Emmanuel Mercado Brito
Apostillas a El Nombre de la Rosa (1985) es una especie de tratado en el que Umberto Eco cuenta como y porque escribió la novela  El Nombre de la Rosa (1980). El autor no interpreta pero si explica porque y como ha escrito.
Existe una obvia cronología a seguir en este particular caso. Sería contraproducente leer Apostillas A El Nombre de la Rosa antes de de leer la novela. En mi opinión hay que leer El Nombre de la Rosa y luego Apostillas a el Nombre de la Rosa para después retomar por nueva cuenta El Nombre de la Rosa. De esa manera seria como si se nos cubriera con un velo traslucido, todo se ve mejor y se entiende mejor aun.
Una apostilla es una acotación que aclara, interpreta o completa un texto. Dado el uso de ese término en el titulo mismo, al tenerlo en  mis manos bien entendía de qué se trataba. Se me presentaba la oportunidad de entender mejor la novela original.
Aunque la verdad misma es que lo que más me llamaba la atención en entender era el titulo mismo, el porqué llamarlo El Nombre de la Rosa. Para mi suerte el primer capítulo de Apostillas a el Nombre de la Rosa se titula ¨El nombre y el significado¨. Según cuenta el autor en Apostillas, la novela poseía como título provisional La abadía del crimen, título que se descartó porque centraba la atención en la intriga policíaca. Su sueño, afirma, era titularlo Adso de Melk, un título neutro, dado que el personaje de Adso no pasaba de ser el narrador de los acontecimientos. Umberto Eco creía que un autor no debía facilitar las interpretaciones de su obra  pero por desgracia un titulo ya es una clave interpretativa. Este mismo hecho se da  en el porqué de la serie de pinturas  de Jackson Pollock tituladas con meros números. La intención es simple, de no revelar una interpretación personal y por ende contaminar la interpretación que pueda llegar a tener el lector.
 El Nombre de la Rosa resulta haber sido el titulo tomado por casualidad. El titulo está inspirado en el verso en latin con que Adso termina la historia, ¨sta rosa prístina nomine, nomine nuda tenemus¨. Según dice Umberto Eco, le gusto ese título porque ¨la  rosa es una figura simbólica  tan densa que, por tener tantos significados, ya casi los ha perdido todos. Así el lector queda desorientado con muy buena razón, no es hasta el final que percibe la relación con el titulo y aun así después de escoger su propia interpretación inmediatamente se da cuenta que hay otras posibilidades. ¨El titulo debe confundir las ideas, no regimentarlas¨.