Por: Emmanuel Mercado B.
Hace unos meses me dirigí a una de las salas de cine de la ciudad de Santo Domingo con mi primo Máximo con la intención de ver una película estimulante (lo cual se ha convertido en algo prácticamente imposible últimamente con todas esas producciones ¨hollywoodenses¨, que dejan tanto por desear, simplemente son decepcionantes). En fin lo recuerdo como hoy, la película que elegimos ver en esa ocasión fue 2012 por decisión de Máximo, una de esas grandes producciones o blockbuster que se hacen con la única intención de recaudar muchos millones de dólares en todo el mundo, lo cual juzgándola por esos parámetros fue una obra de arte (entre comillas), por el simple hecho de que recaudo US$769,679,473 mundialmente. Recuerdo que me dije a mí mismo de manera solloza y lo recuerdo bien porque produjo hilaridad a una mujer que escucho mi susurro personal, ¨tal vez esta no sea tan clavosa (mala)¨ , mientras hacía la fila más larga que había hecho personalmente en todo mi vida en un cine, considerando el número exagerado de personas que esperábamos por entrar a la sala.
Veinticinco minutos y dos miradas inquisidoras a mi primo más tarde, solo pensaba en mi ingenua esperanza de que no fuese tan clavosa. Hollywood lo había hecho otra vez, decepciono, no había pasado aun el primer acto y ya bien sabía por donde iba la cosa. Dos grandes estudios como Columbia Pictures y Sony Pictures habían gastado doscientos millones de dólares (increíblemente la misma cantidad que uso James Cameron para realizar una verdadera obra de arte, Titanic) solo para producir una película más sobre el fin del mundo como lo conocemos. Se ha convertido en un género trillado en los últimos años. Fue de gran sorpresa para mí encontrarme en internet con este nuevo género bautizado recientemente como ¨Disaster-Future Near¨ (desastre-futuro cercano).
De igual modo me sorprende mucho el hecho de que se ha convertido en una constante el modo en que Hollywood viene plasmando el apocalipsis o el fin del mundo. Recuerdo bien que tan solo en la década pasada este terrible acontecimiento se presentaba de otra forma, muy distinta, de una forma en la cual en la ecuación el ser humano no participaba, sino, que intervenía, proponiendo solución a la terrible realidad que se avecinaba. En películas como Deep Impact (1998) y Armaggedon (1998) el hombre no era el causante, sino, que el desastre era producido de manera fortuita por cuerpos celestes que no controlamos.
Aunque Hollywood falla vez tras vez en plasmar una historia como esta de manera estimulante a alguien que exige más a la hora de gastar dos horas de su vida, (como yo), la meca mundial del cine si cumple a la hora de llevar a la pantalla un tema actual que requiere ser expuesto y con suerte concientizar al mismo tiempo. 2012 plantea básicamente que el fin del mundo se producirá por el calentamiento global y el aumento del nivel del mar como consecuencia. Ya el desastre no es presentado como una situación en la cual no jugamos ningún papel causante, todo lo contrario.
Particularmente no conozco a ninguna persona adulta que al menos no haya oído alguna vez sobre el calentamiento global. Todos sabemos de qué se trata, causas, consecuencias y todo lo demás. Algunos ven las causas como algo presente pero las consecuencias como algo que no pasara por mucho tiempo. Es ahí donde radica el error. El pensar de esa manera produce un sentimiento de no participación en cuanto a la prevención.
El calentamiento global es algo real, tan real que el ex vicepresidente y candidato a la presidencia estadounidense Al Gore, alguien a quien he llegado a respetar por algo más que su grandiosa aparición en Saturday Night Live (programa de comedias en vivo transmitido por la cadena NBC), viajo por todo el mundo presentándose en conferencias con la intención de concientizar y educar con relación al calentamiento global. Estas conferencias expuestas utilizando gráficos y slideshows fueron llevadas al cine como documental llamado An Inconvenient Truth (Una Verdad Incomoda). En este Al Gore presenta el tema de forma interesante y estimulante.
Si Al Gore deja de lado su vida política para dedicarse a ser activista por así decirlo es porque la cosa es en serio. Personalmente el ver el documental me abrió los ojos de manera radical.
Es evidente como los desastres naturales han aumentado, tanto en frecuencia como en potencia. Todo debido al calentamiento global.
Ahora, ¿Qué es el calentamiento global?. El sol irradia ondas luminosas las cuales son atrapadas, pero esto no es malo, ya que mantienen la tierra a temperaturas soportables, el problema es que por la excesiva contaminación esta capa se vuelve más gruesa y evita que la radiación solar escape al espacio y a mas radiación mayor calor y de ahí vienen los cambios en el planeta y los cambios en el estado del tiempo se ve afectado.
El aumento de dióxido de carbono en la atmósfera a niveles sin precedentes debido al uso de petróleo y carbón es el causante del calentamiento global. El hombre y su total dependencia del petróleo y carbón desde el último siglo es el mayor y único responsable por lo que ha de venir.
En julio de 2005, los científicos a bordo del barco de Greenpeace Arctic Sunrise descubrieron algo extraordinario, la evidencia de que los glaciares de Groenlandia se están derritiendo a un ritmo sin precedentes. Esto sirve de evidencia que el cambio climático no es algo del futuro, sino que nos toca la puerta del presente.
La masiva placa de hielo de Groenlandia comprende más del seis por ciento de las fuentes de agua dulce del mundo, y se está derritiendo a una velocidad mucho mayor de la esperada. Si Groenlandia se derritiera completamente, provocaría una subida del nivel del mar en el Planeta de casi 6 metros. Incluso subidas de cuatro o cinco pies del nivel del mar podrían hacer que ciudades como Nueva York, Amsterdam, Venecia y Bangladesh sufrieran inundaciones en sus áreas más bajas.
Hasta hoy día el calentamiento global ha provocado sequias, inundaciones, incendios forestales, tormentas, ciclones, descongelamiento de los glaciares y extinción acelerada de especias, animales y vegetales. Si no hacemos nada para evitar la contaminación y que todo esto siga sucediendo ocurrirán tragedias fatales, tales como: el nivel del mar subirá inundando una gran cantidad de territorio, se verían afectadas todas las costas, disminuiría el agua dulce para consumo humano y aparecerían muchas enfermedades y pestes.
Las catástrofes que se avecinan son de tal escala, que deberán estimular la voluntad política de los gobiernos, y obligarán a desechar totalmente muchas de las tecnologías actuales para adoptar otras nuevas no dañinas al medio ambiente a punto de perecer. Porque los daños al planeta van a afectar a todos por igual, a políticos e industriales, ricos y pobres, asiáticos y africanos, musulmanes y católicos, mujeres y hombres, a todos y cada uno de los seres vivos que habitamos el planeta hoy, sí hoy, porque no solo serán afectados nuestros nietos, los daños hoy realizados al medio ambiente repercutirán en nuestros años de vida. Nadie escapará a las consecuencias del aumento del calentamiento global. Las acciones a emprender para evitar el aumento de este fenómeno no radicarán en la voluntad de un individuo dispuesto a utilizar su bicicleta en lugar de un carro, o a cambiar los bombillos de su casa por otros de menos consumo, por beneficioso que esto sea, sino serán decisiones a escalas mayores sobre las tecnologías emisoras de CO2 que se utilizan en la actualidad.
