martes, 29 de noviembre de 2011

Adolf Loos: Ornamento y delito (1908)

Por: Emmanuel Mercado Brito


Adolf Loos
Ante una vorágine de ideas y teorías arquitectónicas previas a 1910 que se originan en Europa,  uno de los axiomas mas tratados es el  tema concerniente al ornamento. Los teóricos de la materia se habían abalanzado hacia el tema de manera acérrima. Mientras que Geoffrey Scott, consideraba que el ornamento pierde la   importancia si el control básico de la forma es suficientemente seguro, T.G. Jackson, a su vez, mencionaba que el hombre incapaz de proyectar escapaba al ornamento. 

En todo este revuelo teórico circunscrito ante todo al ornamento, una persona daría las pautas de lo que la arquitectura moderna produciría en los años posteriores, Adolf Loos.

En medio de este periodo de suma relevancia en la teoría arquitectónica, en 1908, se lleva a cabo el VIII Congreso Internacional de Arquitectura y la I Exposición de Arte. Es en esta orquestada y conveniente ocasión cuando Adolf Loos realiza su conferencia: ¨Ornamento y delito¨, la cual crea en consecuencia escándalo y revuelo en el ámbito teórico arquitectónico.

¨Ornamento y delito¨ obtiene notoriedad inmediata en los debates de arquitectura de su tiempo, creando seguidores y grandes críticos de sus planteamientos. Adolf Loos cataliza una ruptura solemne contra el ornamento, lo que  aclarece y resolvia el problema planteado por teóricos y arquitectos desde principios del siglo XIX, y lo hacía de manera drástica y precisa sin dejar lugar a la ambigüedad.

 Un poco más de un siglo después de ¨Ornamento y   delito¨ y la deshumanización construida por el modernismo se podría muy bien cuestionar la falta de referencias históricas en la arquitectura, impulsada por la máxima modernista ¨comenzar de nuevo desde cero¨. Necesitamos referencias y alusiones ya que la ausencia total de esta y del ornamento creó signos sin significado, arquitectura de ambigua y cuestionable originalidad.

La afirmación de que el ornamento ha muerto seria   limitarse a hacer un análisis superficial del escenario actual de la arquitectura. Contrario a esa afirmación, el concepto ornamento continua vigente, aunque no es menos cierto que ha sido reinterpretado contemporáneamente de acuerdo a nuevos valores.


miércoles, 16 de noviembre de 2011

APOSTILLAS A EL NOMBRE DE LA ROSA / UMBERTO ECO

Por: Emmanuel Mercado Brito
Apostillas a El Nombre de la Rosa (1985) es una especie de tratado en el que Umberto Eco cuenta como y porque escribió la novela  El Nombre de la Rosa (1980). El autor no interpreta pero si explica porque y como ha escrito.
Existe una obvia cronología a seguir en este particular caso. Sería contraproducente leer Apostillas A El Nombre de la Rosa antes de de leer la novela. En mi opinión hay que leer El Nombre de la Rosa y luego Apostillas a el Nombre de la Rosa para después retomar por nueva cuenta El Nombre de la Rosa. De esa manera seria como si se nos cubriera con un velo traslucido, todo se ve mejor y se entiende mejor aun.
Una apostilla es una acotación que aclara, interpreta o completa un texto. Dado el uso de ese término en el titulo mismo, al tenerlo en  mis manos bien entendía de qué se trataba. Se me presentaba la oportunidad de entender mejor la novela original.
Aunque la verdad misma es que lo que más me llamaba la atención en entender era el titulo mismo, el porqué llamarlo El Nombre de la Rosa. Para mi suerte el primer capítulo de Apostillas a el Nombre de la Rosa se titula ¨El nombre y el significado¨. Según cuenta el autor en Apostillas, la novela poseía como título provisional La abadía del crimen, título que se descartó porque centraba la atención en la intriga policíaca. Su sueño, afirma, era titularlo Adso de Melk, un título neutro, dado que el personaje de Adso no pasaba de ser el narrador de los acontecimientos. Umberto Eco creía que un autor no debía facilitar las interpretaciones de su obra  pero por desgracia un titulo ya es una clave interpretativa. Este mismo hecho se da  en el porqué de la serie de pinturas  de Jackson Pollock tituladas con meros números. La intención es simple, de no revelar una interpretación personal y por ende contaminar la interpretación que pueda llegar a tener el lector.
 El Nombre de la Rosa resulta haber sido el titulo tomado por casualidad. El titulo está inspirado en el verso en latin con que Adso termina la historia, ¨sta rosa prístina nomine, nomine nuda tenemus¨. Según dice Umberto Eco, le gusto ese título porque ¨la  rosa es una figura simbólica  tan densa que, por tener tantos significados, ya casi los ha perdido todos. Así el lector queda desorientado con muy buena razón, no es hasta el final que percibe la relación con el titulo y aun así después de escoger su propia interpretación inmediatamente se da cuenta que hay otras posibilidades. ¨El titulo debe confundir las ideas, no regimentarlas¨.

viernes, 14 de octubre de 2011

DECONSTRUCTIVISMO / REM KOOLHAAS

Por Emmanuel Mercado Brito

Rem Koolhaas
Nació en Rotterdam y vivió cuatro años de su adolescencia en Indonesia. Terminados sus estudios escolares, se dedicó inicialmente al periodismo, trabajando en un rotativo de La Haya. Posteriormente estudió arquitectura en la  Architectural  Association de Londres. En 2000 Koolhaas recibió el premio Pritzker, el galardón internacional más importante de arquitectura.(1)

Los jurados del premio Pritzker describen a Koolhaas  como visionario y filosofo. Algunos críticos peyorativos de su obra dicen que el resultado de sus diseños es una arquitectura que busca ser diferente por el solo hecho de ser diferente.  Es tanto así que a veces es difícil de etiquetarla.

Koolhaas gano notoriedad por sus escritos teóricos antes de realizar su primera obra. Luego de su éxito como escritor decide pasar a la practica y estableció su oficina de arquitectura junto con tres socios, al que se le dio nombre de Office for Metropolitan  Architecture (OMA).

Kollhaas fue uno de los arquitectos que participo en 1988 a una exposición ¨deconstructivista¨ organizada por los arquitectos Mark Wigley y Phillip Johnson. En esta se reafirmo y cristalizo el movimiento además de dar notoriedad y fama a sus integrantes. Wigley pasa a escribir un ensayo que acompaño la exhibición diciendo que el punto en común de los arquitectos que participaron es como ¨perturbaban la manera en que pensamos sobre la forma, construyendo edificios inquietantes que explotaban el potencial desconocido del modernismo¨. Así nació el deconstructivismo.

Jacques Derrida
El descontructivismo es una tendencia arquitectónica que se origino partiendo de la combinación de las bases teóricas filosóficas de la Deconstrucción de Jaques Derrida y el Constructivismo ruso. La deconstrucción es un planteamiento desarrollado originalmente por Martin Heidegger y luego popularizado por Jaques Derrida. Según Derrida, los diferentes significados de cualquier texto se pueden descubrir si se descompone la estructura del lenguaje que esta siendo usado, por la razón de que las palabras arrastran conceptos y metáforas que se asocian automáticamente entre ellas.

Derrida hace referencia a la literatura pero este planteamiento del deconstructivismo posee una fuerza filosófica intrínseca estruendosa lo que hace posible la traspolacion de este planteamiento a la arquitectura, a la forma.

Derrida decía que el deconstructivismo era la¨ perfección violada¨. Eso mismo pasa en la arquitectura deconstructivista. La pureza de la forma ha sido alterada, distorsionada, interrumpida, retorcida, cuando se habla de desconstrucción no se habla de demolición sino de una lectura diferente de la forma, una lectura que como bien dijo Mark Wigley  perturba la manera en que pensamos la forma  “. En esta nueva tendencia arquitectónica se cuestiona la forma llevando la estructura hacia sus limites. Se muestra hasta cierto punto la forma original de la que emerge una completamente diferente e inquietante proponiendo una noción diferente de la estructura, ya no es visualmente rígida y confiable pero deja claro que no se cae, aun así se lleva a una instancia en la cual empieza a ser inquietante.

“...lo característico en la arquitectura es la perfección violada...” (Jacques Derrida)


Television Cultural Centre / Pekin China / OMA

Koolhass ejerce una ruptura con el racionalismo modernista, se olvidan en la practica las formas puras y se piensa en una arquitectura formal de ruptura, dislocación, distorsión…. Y esto se lleva mas hasta el punto que el envolvente deja ver los esqueletos estructurales de los edificios aparentemente inestables.

Aunque a veces parecería difícil etiquetar la obra de Koolhaas es obvia una lectura deconstructivista. En su obra la masa tiene una importancia predominante, una masa nueva y diferente a todo lo que conocemos.

Rem Koolhaas plantea una filosofía en su concepción de sus edificios que según el es donde se encuentra el éxito de OMA, y este es que no solo diseñan pensando en la vista sino con una conciencia social, política y ecológica. Y todo este análisis contextual, político, social e incluso podríamos hablar hasta de historicista, se traduce a una lectura formal de cambio formal, deconstructivista, perturbantemente hermoso.

(1) Wikipedia

viernes, 30 de septiembre de 2011

Midnight in Paris / Review

Por Emmanuel Mercado Brito






Woody Allen
La verdad es que cuando Woody Allen hace una gran película cada unos cuantos años, todos hablan al unisono de cómo Allen ha regresado. Pero como lo hace con mucha regularidad la verdad es que nunca se aleja demasiado. Con Match Point (2005), Vicky and Cristina Barcelona (2008) y ahora Midnight in Paris queda bastante claro que el neurótico nerd neoyorkino sigue siendo uno de los directores americanos mas prolíferos de la industria.

Midnight in Paris abre como una hermosa postal parisina en el año 2010 y luego se convierte en una especie de cuento de hadas balanceando la insatisfacción de los tiempos con la belleza detrás de la aspiración humana.

Owen Wilson (quien pareciera un perfecto avatar de Woody Allen) interpreta a Gil, un escritor de libretos de Hollywood tratando de escribir una novela seria visita Paris con su estirada prometida Inez (Rachel McAdams) y sus más estirados y pretenciosos padres. Inez pasa la mayor parte del tiempo con un amigo, un pretencioso intelectual e increíblemente molesto  profesor británico (Michael Sheen) así que Gil se encuentra paseando por su cuenta por las calles de Paris en busca de inspiración una noche cuando el reloj marca las 12 de la medianoche.

Justo en ese momento un carro de la década de los 20 se detiene y le ofrece a Gil llevarlo a una fiesta en la cual, para su asombro, conoce a  Scott y Zelda Fitzgerald los cuales a su vez en busca de opinión literaria le presenta a Ernest Hemingway, Gertrude Stein. La cosa es que hasta llega a conocer a Pablo Picasso y Salvador Dalí (Adrien Brody) quien logra ser bastante gracioso, y hasta llega a enamorarse de Adriana (Marion Cotillard) la musa de Picasso y Modigliani. Intrigantemente Woody Allen nunca se excede con el elemento de la fantasía, transportándonos adentro y afuera a su justo momento.

Owen Wilson, Rachel McAdams
El hecho que Owen Wilson es la obvia  personificación Woody Allen hace el film mucho más digerible. Gil tiene los mismos intereses y gustos que Alllen y muy similiares maneras de expresarse. Debería también notarse que Wilson es fácilmente el mejor sustituto que jamás ha tenido Allen

Todos en el film son perfectos para sus roles. Todas los actores que dan vida a las celebridades de los años 20 que Gil encuentra en su curso durante la película logran personificar grandiosamente la esencia de las personas reales tal y como los hemos llegado a conocer mediante la historia. Naturalmente esto convierte a la película en un caso de ¨ mientras más  conoces la escena artística del Paris de los años 20, mas entenderás y sacaras de la película¨. Dado el caso de que muchos de los chistes son de referencia y obligan al espectador a saber sobre estos personajes de la historia en orden de entender mejor la película.

Woody Allen nos da una gran película mas. Es como si hubiera regresado atrás y encontrado al escritor que el fuese hace años.

9.4/10

lunes, 28 de marzo de 2011

COMENTARIO: ESTETICA DEL INGENIERO, ARQUITECTURA - LE CORBUSIER

Por Emmanuel Mercado Brito

¨Estética del ingeniero, arquitectura, dos entes solidarios, consecutivos, el uno en pleno desarrollo, el otro en plena regresión¨. De esta manera comienza Le Corbusier su planteamiento de ideas, verdaderamente pesimista.

Si nos pusiéramos como tarea encontrar en los primeros tiempos de la llamada ¨Epoca Moderna¨ una arquitectura relevante a los tiempos, que nos identificase, nos daríamos cuenta al igual que lo hizo Le Corbusier que si hay algo que si caracterizaba los primeros años de esta nueva época, es la copia despreocupada, mejor lograda en unos casos que en otros, pero sin dejar de ser lamentable. ¡Pero con toques nuevos claro! (sarcasmo intenso), reapareciendo así la época de los ¨Neos¨: neorrománico, neoclásico, neogótico…Precisamente por esto es que Le Corbusier alega estruendosamente que la arquitectura de su tiempo estaba en plena regresión.

Le Corbusier vivio el momento de los estilos impositivos y arbitrarios, de la cornisa, de la misma cornisa analizada por Frank Lloyd Wright en su libro El Futuro de la Arquitectura, (específicamente en el capitulo ¨La muerte de la cornisa¨), y encontrada deficiente, encontrada pomposa y pretenciosa, definida como un elemento seudo-clásico carente de relevancia y funcionalidad. Y es que la academia imponía el estilo y todo lo que no estuviera conforme a la Arquitectura Académica, era censurada, prohibido.
             
El motivo que impulso a Le Corbusier y otros tantos artistas de las diferentes disciplinas a impulsar una nueva idealización de la arquitectura y del arte en general, contraponiéndose así al academismo propio del inicio de siglo XX, fue nada menos y nada más que la revolución industrial.  Es precisamente la revolución industrial que propone un nuevo planteamiento a partir de los que existían hasta el momento, y por esto mismo, en el ingeniero recae tanta importancia, notoriedad y, aparentemente, el protagonismo. La ingeniería adoptaba una postura que le permitía sacar todo el provecho a las maquinas, mientras que el arquitecto se mantenía en un letargo abismal, y no solo un letargo que contiene una connotación de estancamiento, sino, de manera más pesimista como dijo Le Corbusier, ¨plena regresion¨ que no connota estancamiento, más bien retroceso bien marcado.

Por esta misma distancia (acrecentada cada vez más, de manera más absurda aun, en el momento que el arquitecto proponía meras imitaciones), entre el ingeniero y el arquitecto es que Le Corbusier llega a la conclusión ¨es hora de confrontar al arquitecto con el ingeniero¨. Debía existir un acercamiento a la ya existente distancia abismal entre ambas disciplinas. La arquitectura debía encontrar un nuevo replanteamiento de sí misma, utilizando las ventajosas herramientas definidas por las industrias.

COMENTARIO: EL POBRE HOMBRE RICO - ADOLF LOOS

Quiero contaros algo acerca de un pobre hombre rico. Tenía dinero y propiedades, una mujer fiel que, al besarle en la frente, le quitaba todas las preocupaciones que traía consigo el negocio, y varios hijos. Por todo ello, cualquier trabajador podía envidiarle. Sus amigos le querían porque en todo lo que intervenía prosperaba, pero hoy en día la situación es completamente diferente. Le sucedió lo siguiente:


Un día le dije al protagonista de esta historia: "Tienes dinero y propiedades, una mujer fiel e hijos, cosas por las que cualquiera de tus trabajadores podría envidiarte. Sin embargo, ¿eres feliz? Mira, hay personas a las que les falta todo esto que tú posees. Pero sus preocupaciones desaparecen gracias a un gran mago, el arte. Y para ti, ¿qué es el arte? Ni siquiera conoces su nombre. Cualquier advenedizo puede entregar su tarjeta de visita y tu servidor le abrirá la puerta. Pero nunca has recibido al arte". "Ya sé que no ha entrado en casa, pero lo buscaré. Ha de mudarse a mi casa como un rey para vivir conmigo."


Era un hombre poderoso, lo que empezaba lo llevaba a cabo con energía. En sus negocios ya se estaba acostumbrado a esto. Y así, aquel mismo día fue a ver a un arquitecto y le dijo: «Tráigame arte a casa. Los gastos carecen de importancia». El arquitecto no dejó que se lo dijeran dos veces. Fue a la vivienda del hombre rico, tiró todos sus muebles e hizo que fuera allí un ejército de hombres para poner parquet, encalar, hacer trabajos de carpintería y albañilería, revocar; llamó a fontaneros, alfareros, tapiceros y pintores y escultores. Tendrían que ver ustedes cómo se introdujo y custodió el arte en casa del hombre rico.


Éste era más que feliz y en ese estado de ánimo deambulaba por las nuevas habitaciones. Dondequiera que mirase había arte, arte en todo y en cada cosa. Cogía arte cuando cogía el picaporte, se sentaba sobre arte cuando se dejaba caer sobre un sillón. Su cabeza tocaba arte cuando, cansado, la apoyaba sobre la almohada; su pie se hundía en arte cuando pisaba una alfombra. Con inmenso fervor se entregaba al arte. Desde que su plato fue un plato decorado volvió a cortar con firmeza su boeuf à l’oignon. Se le alababa, se le envidiaba. Las revistas de arte le enaltecían diciendo que era el primero de los mecenas. Sus habitaciones se copiaron y se pusieron como modelo.


Lo merecía. Cada habitación constituía una completa sinfonía de colores. Pared, muebles y telas se hallaban armonizadas del modo más refinado. Cada objeto ocupaba su lugar determinado y combinaba maravillosamente con los demás. El arquitecto no había olvidado nada en absoluto. Ceniceros, cubiertos, interruptores, todo lo había diseñado él. Pero no se trataba de las artes usuales de los arquitectos, no; en cada ornamento, en cada forma, en cada clavo, se hallaba expresada la personalidad de su propietario. (Un trabajo psicológico de cuya dificultad cualquiera podrá darse cuenta.)


Pero el arquitecto, humildemente, rechazaba toda honra. «No», decía, «estas habitaciones no son mías. Allí, en la esquina, hay una estatua de Charpentier. Así como no admitiría que alguien dijera que una habitación era obra suya si había usado en ella algunos de mis picaportes; no puedo presumir tampoco de que estas habitaciones sean de mi propiedad espiritual». Habló noble y consecuentemente. Cierto carpintero, que había revestido las habitaciones del rico con papel pintado de Walter Crane, y que quería atribuirse la paternidad de los muebles que en ella se encontraban porque los había creado y realizado, se avergonzó hasta lo más profundo de su negra alma cuando oyó esas palabras.



Volvamos, después de esta interrupción, a nuestro hombre rico. Ya he dicho antes lo feliz que éste era. Gran parte del tiempo lo dedicaba sólo al estudio de su vivienda. Porque tenía que aprendérsela; pronto se dio cuenta de ello. Había mucho que ver. Cada objeto tenía su sitio determinado. El arquitecto había realizado su labor con la mejor intención, pensando en todo. La menor cajita tenía un espacio concebido precisamente para ella.

La vivienda era cómoda, pero complicada. Por ello, el arquitecto vigiló el modo de vivir en ella de sus habitantes, durante las primeras semanas, con el fin de que no cayeran en ninguna falta. El hombre rico se esforzaba al máximo. Pero, sin embargo, ocurrió que, al coger un libro, estando ensimismado, lo dejó luego en el lugar correspondiente a las revistas. También podía suceder que la ceniza de su puro fuera a parar a un rehundido de la mesa, destinado a un candelabro. Si alguna vez alguien tomaba un objeto, más tarde había que pasarse horas tratando de averiguar el sitio correcto al que correspondía. Y a veces, el arquitecto tenía que desarrollar sus croquis para poder encontrar el sitio que se había destinado, por ejemplo, a una caja de cerillas.

En un lugar en que las artes aplicadas habían obtenido un triunfo semejante, la música aplicada no podía quedar atrás. Esta idea preocupaba al hombre rico de un modo absorbente. Presentó una solicitud a la compañía de tranvías, pidiendo que, en vez de tocar los timbres sin sentido, produjeran el tema de las campanas del Parsifal. No halló en la compañía comprensión alguna. Allí no se recibían con entusiasmo las ideas modernas. En cambio, se le permitió pavimentar la zona de delante de su casa, corriendo los gastos por su cuenta, de modo que cada vehículo que pasaba por allí estaba obligado a hacerlo al ritmo de la marcha de Radetzky. El sonido de los timbres eléctricos de la casa también se adaptó a motivos de Wagner y Beethoven. Y todos los críticos de arte más famosos alabaron enormemente al hombre que había abierto una trayectoria nueva: el arte en el artículo de consumo.

Puede imaginarse que todas estas «mejoras» hacían a nuestro protagonista aún más dichoso de lo que era.
Pero no se debe silenciar que optó por estar el menor tiempo posible en su casa. Es natural que haya que descansar de tanto arte. ¿Podría usted vivir en una galería de pinturas? ¿O escuchar durante meses enteros Tristán e Isolda? Pues, entonces, ¿quién podría censurarle porque se fuera a un café, a un restaurante, con amigos y conocidos, a reponer fuerzas? Él lo había imaginado de otro modo. Pero el arte exige sacrificios. Ya había hecho muchos por él. Sus ojos se humedecieron. Pensaba en aquellos objetos viejos que había querido y a los que, a veces, echaba de menos. ¡El gran sillón! Su padre siempre había hecho la siesta en él. ¡El viejo reloj! ¡Y los cuadros! Pero ¡el arte lo exige! ¡No hay que ablandarse!

En cierta ocasión, celebró su cumpleaños. Su mujer y sus hijos le hicieron costosos regalos. Le agradaron sobremanera y le proporcionaron gran alegría. Pronto llegó el arquitecto para tomar decisiones en cuestiones difíciles. Entró en la habitación. Satisfecho, le salió al encuentro el dueño de la casa, que se sentía emocionado. Pero el arquitecto no vio la alegría del dueño de la casa. Había descubierto algo y palideció. «Pero, ¿qué zapatillas lleva usted?», preguntó como costándole un esfuerzo.

El dueño de la casa miró sus zapatillas bordadas. Luego respiró aliviado. Esta vez no tenía culpa en absoluto. Las zapatillas habían sido realizadas según el proyecto original del arquitecto. Por ello, contestó con aire de superioridad:
"¡Pero, señor arquitecto! ¿Ha olvidado que usted diseñó estas zapatillas?"
«Cierto», bramó el arquitecto, «¡pero para el dormitorio! En esta habitación destroza usted con estas dos manchas de color toda la armonía que en ella existe. ¿No se da cuenta?» El dueño de la casa lo reconoció. Rápidamente se quitó las zapatillas y casi se murió de alegría porque el arquitecto no encontró inaceptables los calcetines que llevaba. Se dirigieron al dormitorio para que el hombre rico pudiera ponerse los zapatos. «Ayer», empezó a decir tímidamente, «celebré mi cumpleaños. Mi familia me colmó de regalos. Le he mandado llamar, querido arquitecto, para que nos aconseje la mejor manera de distribuir las cosas que me han regalado».

El rostro del arquitecto se alargó visiblemente. Luego, prorrumpío:

«¿Cómo se le ha ocurrido permitir que le regalen cosas? ¿Acaso no he proyectado ya para usted todo lo necesario? ¡No necesita nada más! ¡Está usted completo!»

«Pero», se permitió replicar el dueño de la casa, «alguna vez podré comprarme algo, ¿no?»

«¡No, no puede hacerlo! ¡Jamás! Esto es lo único que faltaba, ¿cosas que no las haya diseñado yo? ¿No he hecho bastante permitiéndole el Charpentier? ¡La estatua que me roba toda la fama que merece mi obra! ¡No, no puede usted comprar nada más!»

«¿Y si mi nieto me regala uno de sus deberes del jardín de infancia?»

«¡No puede aceptarlo!»

El dueño de la casa estaba anonadado. Sin embargo, no se daba por perdido. De pronto se le ocurrió una idea, ¡si, una idea!

«¿Y si quisiera comprarme un cuadro de la Secession?», preguntó triunfante.

«Intente, intente colgarlo en algún sitio. ¿No ve que no sobra espacio para nada más? ¿No ve que, para cada cuadro que colgué en su casa, compuse también un marco en la pared? Con otro cuadro no podría ni moverse. Pruebe a poner otro, ande.»

Entonces, se produjo una transformación en el hombre rico. De feliz pasó a ser profundamente desgraciado. Veía su vida futura. Nadie podría proporcionarle alegría. Tendría que pasar ante las tiendas de la ciudad sin ningún deseo. No se crearía nada más para él. Ninguno de sus seres queridos le podía regalar su fotografía. Para él no habría ya pintores, ni artistas, ni artesanos. Se hallaba excluido de la vida futura y del aspirar a algo, del ser y del anhelar. Sentía: ahora hay que aprender a circular con su propio cadáver. ¡Si! ¡Está acabado! ¡Está completo!

COMENTARIO

Por: Emmanuel Mercado Brito


Adolf Loos examina a fondo al tipo de arquitecto déspota y arrogante que no respeta a sus clientes. Este arquitecto hace de la casa una obra de arte integral, en la que nada se escapa al diseño arbitrario, hasta los objetos de uso diario.

Como futuro arquitecto la historia de El Pobre Hombre Rico es bien recibida. En la práctica de la arquitectura es de vital importancia diseñar de manera personalizada, teniendo en total cuenta los gustos de los clientes. Aunque estos no conozcan ni tengan los referentes que si poseen los arquitectos, debe haber siempre una comunicación y común acuerdo entre cliente y arquitecto. El usuario debe poder entender todas y cada una de las decisiones de diseño tomadas por el arquitecto, así que estas decisiones no sean arbitrarias ni sufran de imposición. El usuario debe poder habitar y usar de manera eficiente y eficaz todo el ente arquitectónico sin sentirse en ningún momento abrumado por este. Después de todo, un cliente satisfecho es la mejor carta de presentación que podamos tener. En la práctica de la arquitectura las referencias profesionales poseen una importancia inmensa.

La arquitectura debe percibirse con gracia y facilidad, nunca como pretenciosa, pomposa y carente de significado para el cliente. El arquitecto debe tomar decisiones de diseño no para sí mismo ni tampoco solo para crear una obra grandilocuente, sino para el usuario en todo momento. Se debería plasmar una arquitectura ingeniosa, práctica y hermosa de la manera más acabada posible, pero nunca dejándonos llevar a nosotros mismo por el ego profesional personal. El móvil que nos impulse a hacer buena arquitectura nunca debe ser la exposición de nuestra obra en los medios ni revistas, sino el nivel de satisfacción, buen uso y apropiamiento  que pudiéramos lograr para el usuario mismo.


viernes, 18 de febrero de 2011

The Fighter / Review

Por: Emmanuel Mercado Brito




Junto a Rocky, Raging Bull, The Hurricane y Million Dollar Baby, The Fighter se une a los pesos pesados como una de las grandes películas de boxeo. De todos los deportes que se han plasmado en la gran pantalla ha sido el boxeo que ha sido llevado al cine con brillantes.

Ambientado en Lowell, una pequeña ciudad de Massachusettes, está basada en la historia real de ¨Irish¨ Mickey Ward (Mark Wahlberg) y su intento de convertirse en el campeón mundial de peso Welter. Mickey es entrenado por el antes boxeador, su hermano mayor Dicky (Christian Bale) quien había gozado de gran fama por haber derribado a Sugar Ray Leonard, pero que ahora es adicto al crac, tan lejos de la realidad que piensa que el equipo de cámaras de la cadena HBO que lo sigue a todos lados esta allí para filmar un documental sobre su gran ¨Comeback¨o su regreso a los cuadriláteros.

El director David O. Russel logra llevar los golpes de emoción fuera del ring, pero es la grandiosa actuación de Bale que te noquea en cada hipnotizante escena en que aparece (por suerte aparece casi en todas).

The Fighter - Mark Wahlberg and Christian BaleChristian Bale ha demostrado antes que no se acobarda a la hora de someterse a una transformación física, como todos los que han visto The Machinist  sabrán muy bien. En esta ocasión Bale se somete a una gran pérdida de peso y se convierte en un torpe adicto al crack con todos sus momentos de gloria en el pasado.

The Fighter convence y no lleva una carga sentimental desmesurada. Los personajes no son personas agradables, de hecho están muy lejos de serlo y Russel no pretende que pienses que lo son. La familia Ward es una sátira total, por momentos simplemente no puedes creer que existan personas así, pero si de algo han servido los reality shows es para mostrarnos a todos que si existen personas de ese tipo. Sin embargo la pelicula logra que termines simpatizando por ellos.

Las escenas de las peleas en el cuadrilátero son bien logradas, cargadas de un estruendoso dramatismo lo que conlleva escenas de alta realidad. Las actuaciones son excelentes, aunque el personaje secundario, Dicky  (Christian Bale), opaca a todos los demás, especialmente a Mark Wahlberg.

The Fighter es una pelicula que deber verse por sus excelentes actuaciones, especialmente, Christian Bale que logra el mejor papel en toda su carrera. The Fighter es un contendiente de pesos pesados para los próximos premios de la academia, del cual goza con 7 nominaciones, incluyendo mejor pelicula, mejor director y mejor actor de reparto.

9.3/10

martes, 1 de febrero de 2011

2001: Space Odyssey / Review

Por Emmanuel Mercado Brito

Con una virtuosa adaptación de la novela de Arthur C. Clarke, Stanley Kubrick reinventa el cine de ciencia ficción. 2001: Space Odyssey, película realizada en 1968, se ha convertido con el paso de los años en una pelicula de culto lo que da como testimonio que la visión distintiva de Kubrick mejor se revela así misma mientras más se ve la pelicula. En parte es una lluvia de ideas filosóficas, en parte es una sátira social y en parte es simplemente una poesía cinematográfica.


Contada de manera muy contemplativa, la historia salta desde la era prehistórica cuando los simios empezaron a utilizar los huesos como herramientas hasta la era futurística espacial cuando el hombre descubre prueba de vida inteligente alienígena en forma de un monolito negro enterrado en la luna. 

Es una película pura que mastica cualquier cliché como la narración a favor de una licencia poética que necesariamente utiliza una banda sonora estrictamente clásica como conector interno a la fábrica de emociones sobre la cual se plantea las fascinantes secuencias espaciales.

Ver esta obra maestra del 1968, digitalmente restaurada con sonido envolvente es simplemente una experiencia extraordinaria, estas mejoras proveen la oportunidad ideal de redescubrir este hito fílmico como debió ser visto y escuchado. El filme se mantiene relevante de tantos modos. Los efectos especiales son utilizados de manera tan sutil que podría parecer que no son usados para nada y sin embargo están presente de manera estruendosa.

La narrativa es netamente contemplativa, el ritmo lento intensifica el realismo pero demanda mayor paciencia del observador. Por decisión todo dialogo resulta banal y austero y el personaje más interesante resulta ser la psicótica computadora hablante HAL 9000. Haciendo gran uso de los ángulos de cámaras y la impecable manufactura de los hermosos y futuristas escenarios. Los eventos son tratados por segmentos temáticos:

The Dawn of Man: Un grupo de la forma primitiva de los humanos, encuentran un misterioso monolito negro levitando cerca de sus cuevas. Después de acercase y tocarlo, la tribu aprende a utilizar herramientas.

From Eart to the Moon: La humanidad es ahora una presencia tecnológica hasta en la luna. Un grupo de humanos modernos encuentran un misterioso monolito sepultado debajo de la superficie de la luna. Después de acercarse y tocarlo, los humanos activan la señal de alarma del monolito hacia el espacio, específicamente Júpiter. Esto genera una expedición hacia el distante planeta.

Jupiter Mission: A bordo de la nave espacial Discovery, dos astronautas viajan hacia Jupiter sin saber con certeza de que se trata la expedición. Eventualmente encuentran serias dificultades técnicas con la aparente psicótica computadora HALL 9000.

Jupiter and Beyond the Infinite: El unico humano en llegar encuentra un misterioso monolito negro orbitando en Jupiter. Después de figurativamente acercarse y tocarlo, el entra a una puerta dimensional, tomando el último viaje hacia lo que puede o no estar bajo el cuidado del ser que puede o no haber enviado el misterioso monolito negro. La metáfora sucede. El humano que puede o no ser aun quien alguna vez fue, completa el círculo cósmico cuando encuentra un misterioso monolito negro levitando frente a su cama moribundo. Después de acercarse y tocarlo el humano se transforma en un feto cósmico, dando un salto en la humanidad o al menos a en el mismo, dando paso a la siguiente cadena evolutiva acompañada de Also Sparch Zarathustra de Richard Strauss.


¿Es solo una exploración metafísica?, ¿Un discurso sobre la deshumanización del hombre por medio de la tecnología? ¿La película más grandiosa de todos los tiempos o solo pretenciosa y aburrida? Lo que sea que fuese, ha estado adherida a nosotros por 43 años y ha rehusado ser apartada. Ha logrado alcanzar el estatus de arte, significando que continuara provocando fuertes opiniones. En el reino de la ciencia ficción 2001: Space Odissey se separa de las demás como la mejor especie.

Stanley Kubrick logro con 2001: Space Odyssey lo que toda forma de arte debe lograr, rompió las reglas, desafío los cánones establecidos y nos mostró que todavía existían nuevas formas de decir las cosas y aun más cosas que decir. Por ende existen personas quienes les encanto, otros que la odiaron, y aun aquellos que les encanto tienen serias dificultades poniéndose de acuerdo sobre de que se trata.

2001: Space Odyssey puede ser disfrutada por solo ser una demostración del poder visual que las películas pueden llegar a alcanzar. Eso y su banda sonora es todo lo que podrías necesitar para disfrutar de una buena experiencia, pero es más, mucho más.


9.5/10

domingo, 30 de enero de 2011

Black Swan / Review

Por: Emmanuel Mercado B.






Cuando las luces se enciendan y el proyector se detenga  Black Swan será recordada como una demostración de actuación extraordinaria del más alto calibre por parte de la siempre hermosa Natalie Portman y una ejecución brillante detrás de las cámaras del director Darren Aronofsky.


Darren Aronofsky cementa su lugar una vez más como uno de los directores más excitantes trabajando en Hollywod actualmente con este audaz thriller psicológico. Black Swan es un viaje hacia la mente represiva de una joven bailarina que se empeña hasta el máximo para lograr perfeccion artística.

Black Swan es una exploración de la paranoia y locura que como en su anterior pelicula The Wrestler, se centra en un personaje atormentado. Esta deslumbrante obra maestra es un vistazo desgarrador del severo mundo del ballet, fusionando belleza con brutalidad y un grueso realismo con elementos fantásticos. La pelicula nunca se contiene de tomar giros tanto narrativos como visuales, estos te sumergen en la brillante narrativa aun más. Black Swan presenta cambios en las atmosfera estrepitosos los cuales convierten la experiencia a algo que pudiera muy bien acercarse al horror del más grueso.

Black Swan es una pelicula casi perfecta que sirve como tributo a Natalie Portman la cual deslumbra a todos los demás como una frágil bailarina. Sería una aberración si Portman no fuese tomada en cuenta como una muy posible ganadora para los próximos Oscars.


9.6/10

martes, 25 de enero de 2011

La Exactidud- Las Seis Propuestas Para El Proximo Milenio / Italo Calvino

  
Por Emmanuel Mercado Brito 



Con el lenguaje podemos decir las cosas de formas muy diversas, de todas estas formas solo una es exacta. Calvino define la exactitud en una obra como el diseño estructural, bien definido y calculado; la evocación de imágenes nítidas, poderosas; y el uso de un lenguaje preciso, de relojería.
  
Para Calvino el uso del lenguaje casual, aproximativo y negligente se convertía en una molestia intolerable. La carencia de exactitud es una peste que no solo se circunscribe al lenguaje sino también a las imágenes, imágenes carentes de fuerza e impacto, sin capacidad de imponerse a la atención más bien son como una nube con grandes tendencias a disolverse. Debido al influjo de los medios de comunicación masiva hay una dilución de los significados y las posibilidades expresivas la cual debe y puede ser solo contrarrestada con la literatura.
   
Podríamos recordar al inminente escritor austriaco Karl Kraus quien estuvo comprometido con el lenguaje, es más lo catalogaba como agente de cambio. ¨Una sociedad que no cuida el lenguaje está perdida, quien lo hace tiene un arma vital¨. Evidentemente Italo Calvino podría muy bien estar de acuerdo con Kraus.
   
Es interesante como Calvino elige a Leopardi con su planteamiento de lo vago, la cual en teoría podría parecer contradictoria a la exactitud y le da un giro a su favor. Leopardi hace elogio a lo vago en un texto de Zibaldone en el cual se narra unos eventos con una atención meticulosa, hermosamente precisa a los detalles. No hay límite a la minuciosidad con que se puede contar la historia más sencilla.
   
La confrontación de ideas propuestas por diferentes autores como Leopardi, Paul Valéry, Marianne Moore, William Carlos Williams, Roland Barthes, surgen de manera orgánica y habitual. Estas ideas planteadas le dan valides y sirven para ilustrar sus puntos. La exactitud no se consigue con una fórmula infalible a primera intención, más bien con una búsqueda e intención acerrima y un manejo concienzudo de las diferentes coyunturas del campo del conocimiento que queramos  plasmar. En la hoja 265 del códice Atlántico, Leonardo Da Vinci pasa a presentar pruebas del crecimiento de la tierra. Luego pasa a los fósiles marinos encontrados en las montañas, especialmente a unos huesos que supuestamente pertenecieron a un monstruo marino que data de los tiempos antes del diluvio. El hecho es que Leonardo a lo mejor maravillado con la imagen del animal vuelve a la página tratando tres veces de plasmar una frase que evocara la majestuosidad de dicho animal marino. Es evidente en el escrito como Leonardo le añade y le cambia palabras a la frase. La búsqueda de la exactitud le tomo tres intentos a Leonardo, con lo que se da énfasis a que la exactitud no es cuestión que se deba dejar al azar, a la ligera, mas bien, debe existir una intención al compromiso.
   
La palabra debe ser entendida como la persecución constantes de las cosas, de las ideas. Solo asi estaríamos acercándonos a la postura de abrazar la exactitud, la cual no se nos concede de manera fortuita.

El discurso de Calvino, La Exactitud, posee gran fuerza y estruendosa  potencia. El autor plantea la idea en alusión a la literatura, sin embargo la exactitud posee la versatilidad la cual la convierte no solo en parte imprescindible de toda búsqueda en cualquiera de las ramas del conocimiento, sino también, en cualquier empresa o labor por más trivial y habitual que parezca.