miércoles, 15 de diciembre de 2010

Antecedentes del modernismo eclectico en Santo Domingo/ Edificio BAQUERO

Por: Emmanuel Mercado Brito

Durante la década de 1920, el corazón palpitante de la actividad urbana del viejo Santo Domingo comenzó a concentrarse en los alrededores del Parque, y el edificio del Ayuntamiento, especialmente bajo sus arcadas y en las inmediaciones de la Catedral. Así se fue propiciando para la gente un trafico diario de las actividades sociales, religiosas y comerciales frecuentado con gente de toda clases sociales. Desde mendigos en las calles hasta damas encopetadas de la alta sociedad. Además paso a ser el primer punto de convergencia de coches tirados a caballo y los primeros automóviles públicos y privados.

Aquel sector era entonces llamado el Centro Capitaleño y era lo mas moderno de la ciudad, las mayorías de las fotos de recuerdos giraron casi siempre en torno de aquellos alrededores. Eran las famosas ¨Post Card de Santo Domingo¨.

    
Este nuevo Boom modernista impulso las actividades hoteleras y de restaurantes. La tradicional plaza mayor fue dotada de una nueva apariencia. Así se creo una mayor atracción para un animado crecimiento comercial.
    
Así comenzaron a surgir las tiendas y joyerías novedosas, apretujadas una de otras en incomodas casas antiguas. Eran balcones corridos y de cuartos calurosos que impedían las transformaciones para los escaparates con los artículos y diversos géneros de ventas. Pero con todo aquel inconveniente no pudo evitarse que la calle del Conde pasara a ocupar el primer puesto de importancia en la vida financiera del comercio en Santo Domingo.
    
Desde entonces a pesar de estar sus tiendas en locales inconvenientes, siguieron los afanes modernistas.  La calle del Conde se fue iluminando en las noches con vitrinas lujosamente decoradas con maniquíes, algo nunca visto en Santo Domingo.
    
Así comenzó un fenómeno desconocido y era la búsqueda de edificaciones altas con varios pisos que no fueran las tradicionales casonas apiñadas unas de otras, donde no había mas expansión para los negocios y continuo el auge económico cada vez mas pujante en su comercio. Ningún establecimiento que se había instalado en aquella arteria  deseaba mudarse debido a la prosperidad de la calle y el crédito ganado.
   
Antes aquella aguda situación solo se tuvo por remedio la creación de edificios altos, fabricados con varias plantas, mas confortables y con estilos arquitectónicos novedosos. Así comenzaron las compras y demoliciones de las casas viejas del Conde, sin tomar en cuenta nada sentimental y menos las de los valores tradicionales.

Estos nuevos edificios con imitaciones de los rascacielos neoyorquinos nacieron con el impresionante y bello edificio BAQUERO, de Don Luis Baquero Alonso y Hermanos. Comenzado antes de 1926 y situado entre las calles Hostos y Conde. Para la erección del mismo costó la demolición de seis casas de mampostería de una solo planta. Entre las casas eliminadas estaba la ferretería de Lebrón y Compañía que luego se traslado a otro lugar del Conde.


El edificio Baquero fue diseñado y construido por el ing. Benigno Trueba Soares en 1928. Por muchos años fue el edificio más alto de la ciudad. De hormigón armado, presenta dos fachadas de composición neoclásica unidas por una poderosa torre esquinera que se adapta perfectamente al conjunto. El edificio Baquero se levanto como una mole colosal que motivó a los capitaleños a mirar hacia arriba con asombro y orgullo con nuevo avance modernista.

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